Así se me ha ocurrido llamar a la expo que hacen las niñas y los niños con los que he estado este año mediando para que hicieran lo que quisieran.
No ha sido fácil. La mayoría me preguntaban sorprendidos los primeros días si de verdad podían hacer lo que quisieran.
- "Sí", les decía yo, "dentro de los límites del papel, puedes hacer lo que quieras",
- "¿lo que quiera?", volvían a preguntar.
¿Cómo puede ser tan inverosimil pensar que puedes hacer lo que quieras con cuatro años?, y más cuando se trata de pintar en una hoja en blanco.
Acostumbradas a hacer un dibujo para el día de la madre, una figura para el belén, un muñeco en cartulina para el cumpleaños de la abuelita y un recortable coloreado para la prima pepita, las niñas y los niños de hoy se sorprenden cuando pueden hacer algo porque sí, sin causa y sin más límites que los que marca la hoja de papel.
Me sorprendió esto, me sorprendió que se colocaran en fila cuando iban a salir sin que yo se lo pidiera, me sorprendió que lloraran de miedo al pensar en recortar la cabeza a las princesas disney dibujadas en el papel, ...
Ellas y ellos se sorprendieron al ver que con tres colores hacían todos los colores, que se podía pintar tan mal como les pareciera, que era divertido ponerle a las pijas de las winx el cuerpo de Patricio, el amigo de Bob esponja, que el sol no era amarillo y que en el patio del colegio también podían hacer lo que quisieran, porque era suyo.
A mamarla!. Esta generación no estará perdida.
Yo, feliz :).
