Fui con Yago a ver esta última peli de Godard hace unas semanas.
Salí con la sensación de no haberme enterado de nada y comentando con mi amigo la densidad de la que estaba cargada.
Yago acaba de volver de un viaje a África y fue muy interesante su conclusión de que sentía que allí la gente era mucho más sencilla que él y, aún percibiéndolo, no podía evitar ser como era. Con la película tuvo la misma sensación pero al revés y, por un momento, sentí que había entendido lo que era ser yo para las personas que Yago conoció en su viaje.
Leyendo por ahí algunas reseñas, comparto la percepción de que la película tiene algo de ensayo político, y también el interés de un discurso cargado de ideas políticas, filosóficas,.., contrapuesto a unas imágenes que, en algunos casos (como los turistas del crucero) dicen todo lo contrario. Tomadas desde multitud de puntos de vista, de teléfonos móviles, de cámaras de vídeo, de calidades mejores y peores...
Aunque nuestra primera impresión nos hizo exclamar algo así como: "pobrecito, que mal lo pasa", realmente siento que es valiente y maduro. Ser capaz de ver, y ser capaz de saber y sentir que eres suficientemente maduro para resistir lo que ves, que no te vas a romper aún viendo, que no es mejor ponerte una venda para no ver, que puedes estar sólo.
Salí con la sensación de no haberme enterado de nada y comentando con mi amigo la densidad de la que estaba cargada.
Yago acaba de volver de un viaje a África y fue muy interesante su conclusión de que sentía que allí la gente era mucho más sencilla que él y, aún percibiéndolo, no podía evitar ser como era. Con la película tuvo la misma sensación pero al revés y, por un momento, sentí que había entendido lo que era ser yo para las personas que Yago conoció en su viaje.
Leyendo por ahí algunas reseñas, comparto la percepción de que la película tiene algo de ensayo político, y también el interés de un discurso cargado de ideas políticas, filosóficas,.., contrapuesto a unas imágenes que, en algunos casos (como los turistas del crucero) dicen todo lo contrario. Tomadas desde multitud de puntos de vista, de teléfonos móviles, de cámaras de vídeo, de calidades mejores y peores...
Aunque nuestra primera impresión nos hizo exclamar algo así como: "pobrecito, que mal lo pasa", realmente siento que es valiente y maduro. Ser capaz de ver, y ser capaz de saber y sentir que eres suficientemente maduro para resistir lo que ves, que no te vas a romper aún viendo, que no es mejor ponerte una venda para no ver, que puedes estar sólo.